A pedir de boca

La mesa perfecta en la Edad Media en una miniatura de 1470

Desde la Antigüedad, los griegos clásicos conocían las servilletas y también los romanos, a las que llamaban mappa, aunque a estos últimos les gustaba secarse las manos en las melenas de sus esclavas. Sin embargo, en las mesas de toda la Edad Media, las servilletas brillaron por su ausencia. Eso, a pesar de que por entonces incluso la nobleza comía con los dedos y de que los comensales se lavaban las manos antes y después de los banquetes en las palanganas que les acercaban sus sirvientes. Los paños que usaban para secarse los llevaban otros siervos alrededor del cuello… Hacia el siglo XIV-XV se introdujo de nuevo el uso de la servilleta con ese sentido práctico para el que nació, pero fue en la corte del Rey Sol (1661-1711), en Francia, cuando se las otorgó la posición que hoy ocupan en la etiqueta y en la cultura gastronómica. Desde entonces, están presenten como piezas obligatorias en la mantelería de una mesa y como uno de sus elementos decorativos por excelencia.

 Por eso, ¡no las pierdas de vista para las próximas fiestas! Al decorar tu mesa de adviento o Navidad, pon el acento también en las servilletas. Te paso unas ideas que he encontrado para inspirarte.

Foto: Elia Sills/The Workshop Flores

Foto: Elia Sills/The Workshop Flores

Con estilo vintage chic                Hace una semana asistí a un curso en el taller de The Workshop Flores (www.theworkshopflores.com) en Madrid y me encantó. Allí te enseñan a realizar ramos y centros de mesa preciosos. Descubrí, además, que disponen de un banco de fotos que van actualizando donde puedo encontrar también ideas sensacionales para el blog. Como las de estas servilletas decoradas con estos motivos navideños de estilo "vintage chic", como la misma tienda lo define. Os seguiré informando de sus novedades.

En la revista Lisa Wohnen

   

Llega el cuelgue estelar. Una forma superoriginal de colocar la servilleta: colgarla por el borde del plato. Para ello, basta con doblarla a lo largo y sujetar el servilletero improvisado justo en el extremo que cuelga. En este caso es una estrella navideña con un lazo.
                          

Visto en la revista Laura Wohnen

       Al natural. Efectiva pero superfácil manera de presentar la servilleta en la mesa. No tenéis más que doblarla como más os guste, rodearla con un cordel (puede ser de cordón dorado para fiestas) y meter unas flores, unas ramitas, unos frutos... Lo mejor es planta natural, pero también puede ser artificial si no es temporada.

De la revista Laura Wohnen

Con brillantez. Toda la mesa va entonada en dorados y naranjas. La servilleta, a juego, lleva una cinta de terciopelo de la que cuelga un corazón de Navidad y está decorada con pastas.

Encontrado en la revista Lisa Wohnen

Angelical. Bien pegando a una tarjetita el angelito de plástico de los que venden para los árboles de Navidad o colgándolo, esta idea puede serviros de servilletero o tarjetero para la mesa de fiesta. 

Velar las pinceladas

¡Feliz Thanksgiving a todos los americanos!

Hoy he estado en clase de pintura. Hacía tiempo que no pintaba, los últimos meses he estado muy perezosa. Y es que cuando guardas los pinceles es como colgar las zapatillas de deportes, que luego cuesta volver a calzárselas. Pero una vez que te pones, aunque estés un poco oxidada, que lo estás para qué nos vamos a engañar, empiezan de nuevo las ganas. Tanto de coger el lienzo y dar pinceladas como de mirar cuadros para aprender por dónde las dan los distintos autores. Rastreando me he topado con esta preciosidad de comedor, obra de Carmen Laffon.

Esta académica de Bellas Artes de San Fernando de Madrid es una sevillana, nacida en 1934, que vive entre esta ciudad y Sanlúcar de Barrameda donde tiene una casa para poder pintar las magníficas puestas de sol del Coto de Doñana. Pintora de paisajes pero también intimista porque plasma objetos cotidianos, Laffon siempre ha practicado un estilo figurativo en una época en que ella era tan “rara avis” como su compañero el pintor manchego Antonio López.

Sus cuadros poseen una atmósfera muy especial, reflejan una especie de bruma que lo envuelve todo y les confiere unas sutiles veladuras que a su vez transforma su cromatismo.

Otro bodegón de Carmen Laffon

Cerrando el círculo

Después de encontrar esta foto tan reveladora, ¡no le di más vueltas! Se me ocurrió que esto podía ser un buen tema: adornar el contorno de los platos y, sobre todo de las fuentes, con distintos materiales según fuera la decoración de la mesa.

Sin más rodeos, voy a enseñaros las distintas opciones que propongo. 

Las fotos y tablesettings: helenstables.blogspot.com

Un motivo muy otoñal: hojas multicolores de liquidámbar ya secas. Redondead con ellas una fuente con una base de cesta tanto por debajo (foto superior), como por arriba (foto derecha). 

                          Alrededor de unas velas encendidas o de un florerito... se puede poner
              como aquí unos rabanitos o cualquier otra hortaliza o también una fruta.

 

Si recogéis piñas en el bosque o en el parque, podéis empiñonar un plato en redondo. Naturalmente, el tamaño de las piñas dependerá de la pieza de menaje que se vaya a adornar.


                                                                    Ramitas que envuelven como un tornado los platos dándoles un aire rústico, cálido y diferente a la presentación de las mesas.

Come en verde

Cuando nos quedamos sin flores en el jardín, las hojas de los árboles escasean y el invierno se nos empieza a colar soplando por las rendijas de las ventanas, empiezo siempre a inquietarme por los centros de mesa. Porque no nos engañemos, hay unos meses de verdadera sequía de materias primas frescas en los que tenemos que echar mano de vegetación artificial, sustitutos alternativos y de todo un ejercicio de imaginación para elaborarlos.
Por eso, este setting que he encontrado lleno de plantas de todo tipo en vasos, jarroncitos y botellas, me ha dado una idea estupenda para pasar un invierno frondoso.

 Para tener plantas que poner en la mesa, no hace falta que sean siempre de adorno. Pueden colocarse desde hiedras a cóleos, potos, cactus...
Pero si no queréis que vuestras casas se conviertan en un invernadero, podeís probar a disponer ramilletes de perejil, albahaca, hierbabuena o cualquier otra hierba aromática que luego podéis usar en la cocina. 

Otoño en la cocina

Todas las fotos helenstables.blogspot.com

Acabábamos de pasar la noche de Halloween y el sábado de aquel fin de semana me fallaron los invitados a comer. Total que, al final, nos quedamos solos mi marido y yo. “No voy a poner la mesa en el comedor, mejor comer en la cocina cuando sólo estamos los dos”, pensé. “Pero, ya que tengo el centro de mesa montado, ¡no voy a dejar de decorar la mesa por el hecho de que estemos solos y en la cocina!” Naturalmente tuve que reinterpretar un poco el montaje que había ideado para una mesa grande de comedor para poderlo adaptar a una bastante más pequeña. Y así lo hice:

–La proximidad de la "fiesta del terror" sirvió para inspirarme el color y los detalles. Por eso el naranja, la calabaza y un candelabro protagonizan este setting para dos.

 –En vez de mantel, atravesé la mesa de la cocina con un camino naranja que elaboré con un mantel de plástico que usaban mis hijas para sus fiestas de Halloween cuando eran más pequeñas.

–Puse la vajilla marrón con servilletas naranjas y con la cristalería hice una mezcla con las copas blancas de diario y unos vasos ahumados que tengo de un antiguo juego de cóctel heredado de mi madre.

                                 Tostas al huevo
En mi búsqueda de objetos naranjas, me acordé de que el cuenco de plástico donde bato los huevos para las tortillas es de ese mismo color. ¿Por qué no usarlo ese día como panera?

Como base utilicé un plato de tartas de cerámica

Ensaladera de hortalizas
Inicialmente sólo tenía la calabaza y unas velas naranjas que compré a propósito para hacer este centro, pero enseguida se me fue ocurriendo cómo y dónde ir montándolo. En el paso a paso podéis ver cómo fui completándolo. 

Coloqué unas hojas de lombarda
fresca en la base de la calabaza

Puse además unas velas na-
ranjas y entre ellas, nueces

Una berenjena y unas zanahorias
remataron el centro