Rosas otoñales

Hoy he cortado las que creo que serán las últimas rosas de la temporada. No está mal para las fechas en que estamos, de todas maneras. Este año ha habido un otoño tan bueno que las rosas han seguido floreciendo hasta muy tarde.
Naturalmente, no eran flores grandes ni exuberantes. Sólo he podido cortar un par de ellas razonablemente en condiciones, las demás eran capullos medio abiertos. Pero han servido para rematar y sustituir las rosas de un florero que ya tenía hecho de antes.
En estos dos floreros que tienen el mismo concepto de diseño os enseño cómo se pueden aprovechar las flores viejas y mezclarlas con las nuevas. Los ramos adquieren un aire vintage fantástico.

 
En este florero que hice hace dos semanas, las flores estaban todas frescas. Casi no había capullos y las rosas estaban mezcladas con ramas cortadas del árbol de Júpiter que ya estaban amarilleando.

En el que he montado hoy todavía queda alguna rosa fresca del anterior mezclada con los capullos y rosas recién cortados. El efecto vintage lo dan las rosas secas del primer florero que hay entremezcladas.

Golpes de efecto

Esta semana por fin parece que ha llegado el invierno de verdad a nuestra península. Yo, por lo menos, es la primera que he salido ya a la calle con abrigo. La temperatura aún no es demasiado baja, pero la sensación térmica sí es bastante desapacible, con la mezcla de humedad y el viento racheado que ha venido soplando.
Por eso, ¿a quién no le apetece estos días grises y frescos un humeante café o un aromático té calentito?

Propongo tomarlos en una vajilla bien abrigadita. Estas tazas están vestidas para el frío invernal, pero sus fundas de suéter no están tricotadas con lana sino que ¡están hechas de porcelana! Son una  simulación perfecta.

De imitación
En esta galería de fotos os muestro otros juegos de café y vajillas en las que se simulan efectos y se imita lo que no es.

Lechera de porcelana imitando un brick.

 

Taza y plato que parecen realizados con cartón de
embalar ondulado

 

 

Platos que simulan las bandejas de cartón de
las pastelerías

Vasos de porcelana retro con efecto papel

Con faldas y a...

Cualquiera lo diría. Si yo no lo confieso, nadie lo notaría. Como en una película de Almodóvar: ¿qué hacen unas faldas de mesa camilla como estas en mi camino de  mesa?

Y es que no hay problema. Si disponemos de unas faldas de mesa camilla pequeña que venga bien de colores y estampado para disponer en un setting, podemos usarlas perfectamente para elaborar con ellas un camino de mesa. Las doblas convenientemente a lo largo y listo.

En este caso, la tela escogida es una cretona en azul verdoso con rosas, muy tradicional, muy british. Como la tela tiene suficiente fuerza, no quise recargar demasiado la decoración. Sólo coloqué en el centro un frutero de madera con hortensias secas y dos candelabros de cristal transparentes para que no pesaran tampoco.

 Para cada comensal dispuse un bajoplato de paja y la vajilla de color marrón. La cristalería que puse fueron nuestras copas de vidrio transparente de diario.  Y para rematar, unas servilletas azules que entonaban con algunas de las flores y el fondo de la tela.

Panera con florituras
En vez de una cesta o un bol, para poner los picos elegí una bandeja de madera que tengo en el baño y donde coloco jaboncitos. La adorné con un portavelas de flores turquesa y unas piñas.

             

En lugar de los dos candelabros a ambos lados, también ensayé a romper la simetría. Puse unos portavelas de distintos tipos a ver qué tal quedaban. ¡Y es una opción! 








Unos posavasos de mimbre que entonaban perfectamente con la vajilla y la textura de los salvamanteles nos sirvieron de paneras.

Fotos y tablesetting: helenstables.blogspot.com

Country style

Porche con el árbol y las flores, una
imagen que ha quedado muy country style

Creo recordar que hace ya tiempo comenté en el blog que me encantaba todo lo que me recuerda al “country living”, que es el estilo que destila la edición británica del Country Living, una de mis revistas de decoración favoritas. En sus páginas abundan las flores, las mezclas de texturas, textiles,  estilos…  todo en un equilibrado cóctel entre romántico y campestre con el inconfundible toque british.
 

Cuando el otro día compré este enorme macetero de cinc para el porche, enseguida se me vinieron a la memoria mil y una imágenes de algunos parecidos que habré contemplado en sus fotos a lo largo de estos años de fiel lectora.

Como hipnotizada, me dispuse a rellenarlo, no con plantas sino con flores ¡ y me quedó como en la revista!
Tuve la suerte de que mis rosales estaban en la primera floración, así que tenía rosas de sobra: coloqué hasta tres tipos distintos de rosa de color rosa de diferentes tamaños. 

Como habitualmente hago, a partir del bouquet central, montaría una mesa para cuatro en el porche. Dado que era el macetero, recurrí a un camino negro con topitos blancos y piedra que le entona todo para colocarlo a lo largo de la mesa.
 Cruzándole coloque dos  caminos negros con topitos blancos y para que resaltara puse la vajilla blanca. La cristalería era de vidrio transparente, así como las servilletas rosas, a juego con las flores del centro, para que resultara más romántico el conjunto.

De decoración, dispuse a los dos extremos del macetero unas velas a tono que puse sobre dos cestitas. 

                         Caminos de ilusión

Los dos caminos de topitos no son auténticos caminos, ¡son servilletas! Si las colocáis estratégicamente debajo dan el pego.

Fotos y tablesetting: helenstables.blogspot.com

Frutas vintage

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Este mantel estampado con motivos frutales nunca se me había ocurrido que podía ser vintage hasta que el otro día monté esta pequeña mesa para cuatro. Pero queda estupenda:

Ya tenía  el florero hecho para el centro y pensé que vendría bien este mantel. A partir de ahí fue saliendo todo.

–Puse la vajilla de base blanca y alternando platos de aperitivo amarillos y verdes, típicos Duralex de los años 50-60.

–Para las paneras usé platitos de juegos café, también vintage, de mi madre. Cuando el plato de aperitivo colocado era amarillo, ponía la panera verde, y viceversa.

 

–La cristalería que vi que podía encajar perfectamente para rematar este estilo retro era la verde años 50 que era también de mi madre.

Café colgante

He estado un largo fin de semana en Berlín donde hallé un detalle que pensé enseguida que sería perfecto para el blog. 

Lo descubrí en el barrio Nicolai, una de las pocas zonas antiguas que aún quedan en pie en la ciudad. 

Es un antiguo letrero metálico en bandera en forma de cafetera que daba paso a una bonita plazoleta.

Mezclum de flores

Con este tiempo tan frío que hemos tenido, aún no ha empezado en casa la temporada de rosas. ¡En cambio, no puedo deciros lo mismo de las malas hierbas: me están invadiendo! Por eso, para preparar hoy un jarrón, tenía poca flor aunque sí superávit de flores que crecían de los hierbajos.

 ¿Por qué no probar a hacer un ramo mestizo?, pensé. Al fin y al cabo, cualquier  planta con flor tiene color… y bien mezcladas... pueden quedar perfectas.

Cómo mi jarrón-mezclum, que elaboré con iris lilas, las tres únicas rosas que habían crecido ya, unas ramitas flores blancas de espino y las flores amarillas de las hierbas que crecen por toda la parcela sin control.

 

Puse servilletas a juego del ramo

Cuando lo terminé y me dispuse a montar la mesa en el porche, lo mejor era seguir con esa misma filosofía del mestizaje. Así, en el menaje principal mezclé y mezclé: dos colores (amarillo y azul) para los bajoplatos, dos piezas de cristalería, el azul y amarillo en las piezas de los aperitivos…

  

                                      Por buen camino

Para que todo el conjunto tuviera una armonía y como su armazón sustentador, dispuse un camino estampado en los colores que iban a juego con el jarrón. En realidad no es un camino, sino un mantel doblado. Este es un truco que podéis utilizar para multiplicar vuestra ropa de mesa sin necesidad de comprar más.

Fotos y tablesetting: helenstables.blogspot.com

Postres monumentales

Para yogures con toppings, cuajadas, helados, arroz con leche, sorbetes,… para todos los postres, escarchados o no, que se avecinan en la nueva temporada estival que estamos a punto de estrenar, os paso esta facilísima pero a la vez efectista manera de presentarlos a lo monumental: en torre.

Podéis usar tarteros , quedan impecables. Si, como en la foto, no disponéis de ellos, usad la parte inferior de bomboneras de vidrio de distintos tamaños para superponerlas.

¿Por qué no probáis a servir los postres en recipientes diferentes unos de otros? Es más desenfadado.

Tazas bien abrigaditas

 

Para que no se escape el calor de las tisanas. Visto en cieldorange.canalblog.com

Como este invierno se prolonga y se prolonga sin darnos tregua, incluso cuando ya hace unos días creíamos que había acabado. Como casi todos los días amanecen grises y encapotados sin que tengamos memoria ya de cómo era el color del cielo azul. Por eso, aunque ya estemos bien comenzada la primavera, os paso estas monísimas fotos que he visto buceando por la red.

 

 ¡Qué mejor que un humeante café o té para reconfortarnos en las ventosas y lluviosas tardes y concluir así el endemoniado mes de abril!   

En busca del mayo florido

Detalle primaveral para los comensales en el molde

Por fin terminó de llover y yo también de estar liada este mes, que no he tenido ni un momento libre para pasarme por el blog. Sin darme cuenta…, ¡zas! casi estamos en mayo. Por eso, he pensado colgar estas fotos tan floridas. Son un verdadero aperitivo para que os preparéis para las próximas semanas: el mes de las flores. Por ellas desfilan tulipanes, freesias, anémonas, gerbera…


  
Tulipanes, anémonas, freesias, cualquier flor de primavera sirve para decorar un primaveral servilletero hecho con un anillo de papel pinocho.

                                                                           

Una alternativa a las palmatorias o a los candelabros: colocar las velas en unas bandejitas de porcelana y con unas flores debajo.

              Monumento florido: en vez de un centro de flores o un florero, 
                 colocar distintas copas, botellitas, campanas, tartero de cristal... 
                 Todo un muestrario de piezas de vidrio de distintos tamaños y 
                  alturas en los que colocar flores en ramillete y unitarias.

A la conjura del mal tiempo

Fotos y tablesetting: helenstables.blogspot.com

Será por vano optimismo, dado que la mañana del Jueves Santo ¡vi salir el sol y se estaba de maravilla fuera en el jardín! Será porque, aunque ya estemos en fechas de calendario, tengo mono de primavera, pero de la real. O será simplemente porque quise conjurar el mal tiempo... Pero cuando vi cómo están los narcisos y los jacintos en el jardín y que este año casi no estoy disfrutándolos pues ni salgo… Cogí las tijeras y corté unas pocas flores para casa. Y casi que ha sido su rescate y tendré que cortar algunas más, porque con tanta lluvia se están estropeando.                               

Los colores del centro de jacintos y narcisos me alegraron el ánimo para poner esta  sencilla mesa primaveral:   

  –Amarillo como el sol de aquella mañana fue el mantel elegido para la ocasión y  dispuse unos caminos negros para entonar con el tiesto del centro de mesa. 

        –Para seguir con el juego de colores, en la vajilla usé platos blancos, encima uno negro de aperitivo, servilletas de papel con motivo de flores de los mismos tonos que las flores y como paneras unos platitos de café en amarillo. La cristalería la puse transparente.

 

Bandejita, bandejita

Con unas hojas de narcisos en una esquina y una velita

adorné una bandeja de aperitivo de color amarillo del mismo tono como el mantel.

                                      

Al otro lado del centro, coloqué una bandeja negra para las servilletas.